martes, 17 de marzo de 2009

UN BATIR DE ALAS

Se ocultan junto a los guardianes de las antiguas catedrales.
Durante el día se confunden con ellos,inmóviles esculturas,modelos para la admiración de los turistas.Sin embargo,al caer la noche despiertan de su letargo diario,abren sus alas y se lanzan a la caza de almas desprevenidas y confiadas en la oscuridad de las viejas callejuelas del viejo mundo.

Nadie desconfía de ellos,ni siquiera tienen aparente vida,los únicos que los han visto son las personas que desaparecen periódicamente en los vetustos callejones.

Juerguistas,borrachos, indigentes,gente que nadie busca,gente que a nadie importa,tales son sus víctimas.

Los demás,la gente decente,vive su vida ignorándolos, sabiéndose seguros. Sin pensar que los otros,los perdidos, también se sintieron seguros hasta que desde las sombras oyeron un murmullo,el de la muerte que trae el sonido de un batir de alas.



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