LA CASA DEL ARBOL

Solían ser los amos del mundo conocido,pero con el tiempo las hordas de salvajes antropófagos fueron ganando el control de la Tierra Olvidada,ocupando las ciudades de piedra y diezmando a la población.

No eran un pueblo guerrero,su fuerza estaba en la razón y el conocimiento.
Nada podían hacer para rechazar a los caníbales sin morir en el intento.

Hace siglos tuvieron que refugiarse en la Tierra Prohibida más allá del gran acantilado,hacia donde sale el sol por la mañana.

En esa tierra descubrieron el arbol de los dioses,sobre el que edificaron su nuevo hogar,La Fortaleza Arbórea.

Ahí permanecen hasta nuestros días,lejos de los peligros de la tierra olvidada,hoy poblada sólo por las fieras y los salvajes.
Únicamente sus fieles dragones voladores les acompañan en su obligado exilio y los transportan a las alturas.

Desde el techo del mundo contemplan las pétreas ciudades que fueron su hogar,y que hoy ocupan los violentos invasores. Sabiendo que nunca volverán,que para ellos la Tierra Olvidada es realmente la Tierra Añorada,y que hoy viven de recuerdos en su nueva casa,la Casa Del Arbol.

UN BATIR DE ALAS

Se ocultan junto a los guardianes de las antiguas catedrales.
Durante el día se confunden con ellos,inmóviles esculturas,modelos para la admiración de los turistas.Sin embargo,al caer la noche despiertan de su letargo diario,abren sus alas y se lanzan a la caza de almas desprevenidas y confiadas en la oscuridad de las viejas callejuelas del viejo mundo.

Nadie desconfía de ellos,ni siquiera tienen aparente vida,los únicos que los han visto son las personas que desaparecen periódicamente en los vetustos callejones.

Juerguistas,borrachos, indigentes,gente que nadie busca,gente que a nadie importa,tales son sus víctimas.

Los demás,la gente decente,vive su vida ignorándolos, sabiéndose seguros. Sin pensar que los otros,los perdidos, también se sintieron seguros hasta que desde las sombras oyeron un murmullo,el de la muerte que trae el sonido de un batir de alas.

LA MUERTE SIGILOSA

Nació con su cuerpo cubierto por extrañas marcas al igual que otros niños antes que ella.Sus padres la ocultaron de la vista de los señores de la ciudad estado y de los hechiceros,quienes veían en estos niños la marca de la fatalidad y la depravación.

Durante años pudieron evitar que los magos descubrieran su presencia,pero un día la sorprendieron y la expulsaron de la ciudad,abandonándola a su suerte en la peligrosa selva que rodea la ciudad.

Creyeron que las terribles criaturas terminarían con su existencia,pero los padres de la niña la educaron en el arte de sobrevivir en la espesura,sabiendo que algún día tendría que alejarse de ellos.

La niña creció como otra criatura de la selva,tan feroz y terrible como las que se suponía debían dar cuenta de ella.

Permaneció en las cercanías de la ciudad,donde acecha desde la espesura y ataca a los soldados de la ciudad que se adentran en la selva. Algunos creen que es la encarnación del espíritu de la jungla,que cobra vida para vengarse de los hombres que talaron los árboles y matan los animales.

Para los pobladores ella es otra fuerza de la naturaleza,para ellos es la Muerte Sigilosa.

VIGILANTES DE LOS CIELOS

Abajo en la tierra,los campesinos trabajan seguros,mientras los guardianes vigilan el firmamento desde las torres.Las fortalezas voladoras surcan el cielo entre las torres, transportando a los guardianes desde una torre a otra.

Son elegidos desde su niñez para ser los guardianes del reino,al dejar la pubertad son llevados al mundo aéreo del que nunca volverán,su vida entera se desarrollará entre nubes y sol,y jamás pondrán un pie sobre la tierra otra vez,nunca se recostarán sobre la hierba ni navegarán por los siete mares.Son las cosas a las que renuncian para ser los admirados cuidadores del imperio.

Es el precio que pagan por ser los elegidos,por ser los vigilantes de los cielos.