Pero la selva no entrega nada sin luchar,durante años las criaturas salvajes sitiaron la ciudad.Los senderos eran cotos de caza para las fieras y para los pueblos primitivos.
Así,los senderos de la selva se transformaron en pasos fortificados,una carretera de piedra que cruza la espesura, desde las frías montañas hasta el mar turquesa.
Hoy,aún la naturaleza implacable y los enemigos siempre acechan y alguien tiene que proteger el paso.
Para eso está ella,la guardiana,y muchos como ella.Son la fuerza que mantiene libre y segura la única via de comunicación de la ciudad con el mundo.
Patrullan en compañía de los feroces canes criados para luchar sin descanso y que con sus aullidos hielan la sangre de los enemigos y mantienen a las fieras fuera del camino fuera del paso de la selva.
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