Un día,salió a caminar entre las flores y vio las aves y se maravilló,después de ese día iba a diario a contemplar las avecillas de su jardín,pero cuando las aves viajaban al otro hemisferio durante el invierno,el rey se sumía en la tristeza hasta que llegaba la primavera.
Temiendo que la tristeza afectara la salud del rey,el mago de la corte le encargó al relojero real que fabricara aves de metal.El genial relojero no sólo hizo las avecillas,sino que las dotó de movimiento mediante un ingenioso mecanismo,además el mago hechizó el jardín para que pudieran volar dentro de sus límites.
Cuentan que gracias a eso el rey tuvo una vida largísima y feliz.
Siglos han pasado,el rey,su reino,el relojero y el mago ya no existen y la jungla cubre el lugar donde se encontraba el jardín encantado,pero el hechizo no se ha roto y en una porción de lo profundo de la selva oscura las avecillas mecánicas siguen revoloteando y lo continuarán haciendo hasta que incluso la selva ya no exista más.
Nadie se acerca a los límites del antiguo jardín,sólo alguna temerosa amazona lo cruza de tanto en tanto tratando en vano de capturar una de las aves mágicas,creyendo que en ellas reside el secreto de la inmortalidad,sin sospechar que ese secreto se fue con la vida de un rey,un relojero y un mago.
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