I
El sol cuando muere pinta
-de rojo el cielo-
la mortaja de nubes carmesí
-cubre la sangre-
del antiguo Dios cósmico
-de diminutos seres-
II
Adorado desde el principio
-ante perdidos altares-
su mágico calor lleva vida
-también trae la muerte-
en el inexorable ciclo perpetuo
-donde la piedad no cabe-
III
Y el llanto de los miles
-los súbditos temerosos-
de almas sin consuelo
-claman al sordo Dios-
buscando la luz perdida
-que calla en la oscuridad-
IV
Con un miedo remoto y absoluto
-sus lágrimas son un mar-
sus cuerpos se desgarran,ciegos
-de doloroso amor-
sus ojos ya sin vida alguna
-por la pena del que se fue-
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